Eigth o’clock (Ocho en punto)

El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y los pañales no son los mismos como ayer...
“El Tute” llegó a su octavo mes y cumplió con la cuota de los dos tercios, sólo le falta uno para completar el año. En cuatro meses más terminará una etapa, habrá festejos por su primer cumpleaños y el blog llegará a su fin. Sin embargo, la catalogación mensual seguirá hasta el año y medio (18) o hasta los dos (24).

Volviendo a lo clásico, festejamos el 29 con velita y torta (cuadrado de manzana) y el regalo fueron varias pelotitas de plástico que, junto a una pileta que ya tenía, sirven para formar un mini pelotero. Una decoración muy colorida para un living que esta siendo copado por sus juguetes, al igual que el resto de la casa. Imposible zafar de esto.

Cosas que sí, muchas ustedes ya las conocen y son parte del repertorio.
Comer sólidos e ir probando cada día nuevas alternativas, algunas rechazadas y otras con visto bueno. Igualmente, su número uno a la hora de comer sigue siendo el “Nestum”.
Hablar a los gritos y con sonidos variados, utilizando ambos para llamar la atención o para mantener un diálogo. Es la forma en que nos comunicamos, él hace un ruido y yo lo imito o viceversa. Además, a su palabra papapapapa se le sumó mamamamama.

Durante el baño, juega con su esponja en forma de estrella de mar y golpea el agua empapando al que este a su lado.
Sigue siendo muy observador, en especial de los anteojos y los movimientos de las bocas.
Cuando estamos entre amigos es claramente el centro de atención, pasa de mano en mano sin problemas y es elogiado por su tranquilidad. Los ojos celestes ya están determinados a ser su arma de seducción.
Desde hace ocho meses vivimos con un ser especial, alguien que nos suaviza los malos momentos y potencia los buenos. Una personita siempre dispuesta a jugar y que requiere de toda nuestra atención. Porque si él es feliz cuando nos ve, tanto Susú como yo estamos completos al instante de abrazarlo y darle miles de besos.
