Seguimos Sumando


Cuarto mes, recién cumplidos.
Mati sigue festejando los 29 (pero sin ñoquis o dinero debajo del plato).
Otros 30 días transcurridos y por ende otro regalo. En esta ocasión, un video de Baby Einstein, titulado “Conociendo los animales domésticos”. Todavía no lo vimos, así que no puedo dar mi crítica al respecto, sólo puedo mencionar la reseña de tapa: “El primer acercamiento de tu bebé con algunos amigos emplumados y peludos”.
Este último tramo, fue dedicado al crecimiento. Tanto a lo largo como a lo ancho.
Esto no quiere decir que este gordo (cualquier asociación con los kilos de más del padre, no será bienvenida), sino que dejó de ser menudito en su aspecto físico.
Además, está más despierto y atento. Mira más, investiga su entorno, observa las cosas que uno hace e interacciona con el resto (en especial con nosotros).
Le gusta que lo paren y hacer como si saltara. También estar frente a frente y que le hablen.
Ya es una persona más y hay que tratarlo como tal, esto quiere decir, que cada vez es más difícil dejarlo con sus juguetes. Requiere más atención.
Esto aumenta nuestras tareas cotidianas y modifica algunos de nuestros hábitos.
Por ejemplo, en mi caso, me estoy yendo a dormir más temprano (esto implica menos TV, antes de acostarse). Por el lado de Susú, ya no tiene tanto interés de estar en varios lugares al mismo tiempo.
Eso sí, todavía seguimos trabajando en la fuerza para sentarse y en mantener la cabeza más firme. En esta última cuestión, podríamos decir que esta en la etapa: Chirolita. Es divertido sentarlo sobre las piernas y cuando le bambolea la cabeza, decir: “Cómo, andas Negro?”.
Cada cosa a su tiempo. Lo importante y lo más lindo, es estar enamorados de nuestro hijo y seguir disfrutando con su crecimiento.
Sumarse al feriado


Hoy como todas las semanas, Sebi estaba pensando en que más escribir para el blog y así no defraudar a su público lector semanal. Pero la tarde del domingo pasó muy rápido, llegaron los Simpsons y mucho le tentó sumarse al feriado navideño y publicar sólo un cartel de felices fiestas. Entonces se me ocurrió colaborar en este día con la redacción del artículo para contar la gran noticia que acompañó a esta Nochebuena. Mientras los cohetes y fuegos artificiales adornaban y musicalizaban nuestro cielo, Matute dormía placidamente en su cuna. Si señores, al mismo tiempo que muchas familias festejaban comiendo pavo, brindando con sidra, champagne y garrapiñadas, “El Tute” le dijo chau a su catre. Así que a partir del 25, su pieza es utilizada al 100 %. Para nosotros fue una alegría muy grande verlo en su nuevo espacio y estirándose sin chocarse con nada. Tenemos que admitir también, que nos provocó un cacho de angustia el pensar cuan fácilmente se despegó de nosotros... ya lo vemos “tan grande e independiente”...
Aire Verde
Este último viernes, y fuera de programa, decidimos irnos a dormir al country de Hebraica (club que queda por Pilar). Después de una semana complicada, necesitaba cambiar el aire.
Cuando llegamos al lugar, y luego de una “Teta Salvadora”, dejamos a Mati con los abuelos maternos y nos fuimos a cenar afuera.
Por suerte, en los últimos años, construyeron distintos complejos de cine, comida y negocios, a poca distancia de donde estábamos.
Me vino muy bien reencontrarme con Susú.
Cuando volvimos al departamento, descubrimos que nuestro hijo tiene la habilidad de dormir en cualquier lado (heredado del padre).
Completamente estirado, descansaba a panza llena y sueño profundo. Esto nos sirvió para terminar de decidirnos sobre cuando pasarlo del catre a la cuna (mañana veremos cual fue el resultado).
Tuvimos una buena noche y eso permitió que amaneciéramos de buen humor.
Desayunamos al aire libre y pasamos el resto de la mañana echados en el pasto con la distribución natural. Susú tomando sol y nosotros a la sombra (Mati por cuestiones de protección y yo porque no quiero perder mi color “Transparente Vidriera de Órganos”).
Recomiendo la alfombrita con juegos y carpa. Si completan la otra parte del cuerpo con una toalla, construirán un buen lugar para “la siestita”.
Para evitar el tránsito navideño y la angustia del domingo, nos volvimos el sábado (o sea hoy) por la tarde. Como diría alguna guía de salidas: Una opción valida para el verano.
Para eso son los Recuerdos
De chico se enojaba cuando comía muchos caramelos. Esas eran las épocas donde se distinguía con sus anteojos y sus bigotes.
Párrafo a parte para sus Pipas y la excentricidad de probar diferentes tabacos.
Alguna rabia por peleas familiares.
Más adelante, aprovechaba ciertas tardes para disfrutar la tranquilidad de su casa y ver televisión juntos. Acertadamente lo denominé: Mi Oasis.
Las diferencias se dejaron de lado y las reuniones se convirtieron en rituales.
Al crecer y ver la debilidad de las personas, me acerque con mayor afecto y cariño.
En el último tiempo, disfrute verlo junto a mi hijo y así unir a las distintas generaciones.
Hoy físicamente no está conmigo, pero están sus recuerdos. Es muy importante el tiempo que pasamos juntos y eso mismo deseo para Mati y sus abuelos.
A la memoria del Zeide Arón, quién seguramente estará tomando unos mates con el Zeide Miguel, mientras le cuenta las novedades de la Familia en Común.
Campeones


Que suerte pebete. Con sólo tres meses, el “Tute” ya tiene dos campeonatos en el bolsillo y la posibilidad de otro torneo más este domingo.
Primero fue la Recopa Sudamericana (venciendo al Once Caldas) y luego el Apertura 2005 (relegando a Gimnasia en la recta final). Hasta el momento esta invicto, lo que se jugó desde su nacimiento, se ganó. Claramente el destino de este chico es Azul y Oro.
En tan poco tiempo, tiene más copas internacionales que un pequeño hincha de River (de 0 a 9 años) y la misma cantidad de torneos oficiales de AFA, que un hincha de Racing de 39 años. Espero que nadie se ofenda, pero la realidad marca los datos.
Terminando el año, sólo queda un último partido oficial. El mismo es por la final de la Copa Sudamericana (contra los Pumas de México). Las ganas de ganar y seguir sumando títulos siempre están, pero hay que reconocer lo más importante. La obtención del campeonato local.
Para mi, sigue siendo especial, a pesar de todo lo ganado en los últimos tiempos. Porque no me olvido de los 16 años donde sólo ganamos un Campeonato Argentino.
Como bien dijo Battaglia, siempre hay que festejar como si fuera el último (uno nunca sabe cuando vendrá la racha negativa, y esta la tuvieron, la tienen y la tendrán todos los equipos en mayor o menor medida, a lo largo de la historia).
Intimamente, siempre festejé con mi viejo y todavía hoy nos seguimos hablando por teléfono después de cada partido, o juntándonos para ver las finales. Ahora, el grupo se agranda con la incorporación de Matías.
Creo que lo importante del Fútbol es eso, la pasión y la unión entre los que sienten el amor por una misma camiseta. Es lo más puro dentro del negocio violento que las corporaciones y los estúpidos de mente débil, nos dejaron como herencia.
Nuevamente, felicitaciones a mi Club y a Mati.
Títulos en la era Matías:
- Recopa 2005
- Apertura 2005
- Sudamericana 2005 (actualizado el Domingo 18/12)
De Jardines e Infantes
Semana de final de clase y comienzo de vacaciones. Nuestros sobrinos terminaron el año escolar y realizaron sus respectivas fiestas de Fin de Año.
July, celebró en un acto íntimo (para Padres e Hijos).
Moshi, con actuaciones de todas las salas y abierto a todo público.
Nicole, con entrega de diplomas (terminó el preescolar) y para toda la familia.
Entre las diferentes reuniones, pude observar lo difícil que es manejar grupos de chicos, debido a la excitación o miedo que pueden tener al pisar un escenario. Pero más complicado es tener controlados a los padres, que luchan por tener posiciones privilegiadas donde lograr mejores fotos o gritan para que sus hijos los saluden desde el escenario (interrumpiendo toda actividad teatral que estos intenten desarrollar).
En un primer momento me sentí aliviado porque pensaba que lejos estaba aún de confrontar ese tema. Según mi propia experiencia, creía que hasta los dos o tres años (como era en mi época) tenía tiempo antes de decidir a que escuela enviaría a Mati.
Todavía no tendría que lidiar con otra gente sobre métodos de enseñanza, cuotas mensuales, regalos para maestros y fiestas de fin de año. Sentía que el “Tute” podría seguir gozando de la Anarquía previa a la carrera estudiantil por un buen tiempo más.
Temo decir que me equivoque.
Parece ser que la nueva moda, es mandar a los chicos a partir de los 18 meses. Y no sólo eso, como hay vacantes limitadas, medio año antes de empezar, debo inscribirlo en la institución que haya elegido. Sacando rápidos cálculos, a mitad del año que viene tengo que tomar una de las primeras “Grandes Decisiones”. El mundo se mueve muy rápido.
Eso sí, debo pensar que postura tomaré ante los demás padres. Seré el tipo simpático y siempre predispuesto, o impondré cara de seriedad para que tengan miedo de pedirme cosas.
Todo es posible.
Conociendo el Enojo
Ya siendo tan chico, se da cuenta que hay cosas de las cuales el no decide y le molestan.
Al principio, era el hecho de quedarse sentado en la sillita mientras nosotros comíamos. Escupiendo el chupete y luego llorando, provocaba que alguno de los dos dejara de comer para tenerlo a upa (luego, rotábamos).
Aunque hable en pasado, esto sigue sucediendo en la actualidad.
No es fácil dejarlo llorar para que no se malcríe. Principalmente, por un problema auditivo.
Lo nuevo, lo ultimo de lo ultimo es quejarse cuando le ponen el babero. Primero pega sus grititos y después empieza a tirar de este, hasta que se desabrocha. Ahí se queda tranquilo.
La verdad, tiene razón. El babero es algo feo estéticamente y molesta. Pero cumple la función de proteger la ropa y de primera barrera ante la devolución de leche.
Lo importante es que demuestra personalidad y carácter desde muy temprana edad.
Además, va conociendo nuevas emociones dentro de su aprendizaje.
La alegría y la sonrisa que nos brinda cuando nos ve, sigue siendo su sentimiento principal. Hay que disfrutar eso.
Día de Familia
La Virgen y el Arbolito de Navidad, nos dan la posibilidad del último parate antes de las fiestas y el fin de año. Un jueves feriado (e inamovible, nada de lunes o viernes), ha servido para cortar la semana y descansar en familia.
Después de unos días movidos, donde la estructura de la casa había cambiado. Y sin la posibilidad de reacomodarnos el fin de semana, debido a Compromisos Contractuales (visitar abuelos, amigos, etc.). No cabía la posibilidad de desaprovechar dicha oportunidad.
El comienzo no fue sencillo, el tratar de dormir el mayor tiempo posible, se vio interrumpido a partir de las 3:30 hs. (reiterándose cada 180 minutos).
Igualmente, la siesta matutina (cuando uno se vuelve acostar antes de almorzar) sirvió para reponer el déficit.
A su vez, nuestra Parrilla amiga, nos dio su Bendición al permitirnos sentarnos a comer, fuera del horario de atención.
Un poco de paseo, de TV y de tranquilidad adornaron el resto del día.
Es bueno cada tanto frenar la maquina, para reponer Fuerzas y Energías (al estilo Gatorade sabor Bilardo. Chiste sólo para entendidos de Fútbol, los demás abstenerse) y dejar “La vorágine del mundo actual” para un artículo de la revista Viva.
Además, uno siempre quiere tener tiempo disponible para ver a Mati jugar, sonreír, hablar y hasta dormir.
No me puedo cansar de disfrutarlo, porque todavía no puedo creer tenerlo conmigo.
Ya nuevamente mentalizado en la recta final del 2005 y el comienzo del 2006 (un año Mundialista), hay que encarar las responsabilidades como en Marzo, comer turrones y tomar sidra, y esperar las Vacaciones (pero todo esto, será analizado a su debido tiempo). Bienvenido el clima Navideño y las películas con Papá Noel.
Noche de Hombres
El martes 6 de Diciembre, se produjo el encuentro esperado por todo un Pueblo.
Padre e Hijo, cara a cara, listos para pasar una noche a solas.
Con Susú en la Fiesta de Fin de Año de su trabajo, la presión se ubicaba sobre mis espaldas. Debía demostrarme a mi mismo, y a mis seguidores en la lucha por la “Reivindicación del Papá”, que estaba listo para enfrentarme al desafío.
Debo reconocer que no fue nada fácil. En mi contra estaba la sensibilidad de Mati, de los últimos días (notoriamente movilizado por la vuelta al trabajo de su Madre). Y un aspecto poco conocido para él (no contaba con mamaderas de leche materna, sino con Sancor Bebé. Primera vez que iba a probar dicha leche).
Heroicamente, mis brazos sirvieron de contención y abrigo para los dulces sueños del niño. Esto quiere decir, que cada vez que se quedaba dormido y trataba de acostarlo, se despertaba con llanto incluido. Por lo tanto, opte por tenerlo a upa.
Tuve la colaboración del Mundo Deportivo y pude acomodar mis horarios a la Primer Final de la Copa Sudamericana (gran primer tiempo y sufrimiento en el segundo, conclusión “empate justo”).
Siguiendo mi cronograma, al terminar el primer tiempo, bañe a Mati y lo cambie.
Con los minutos justos antes de empezar el segundo, preparé la mamadera.
Cuando la pelota comenzó a moverse nuevamente, ya estaba listo para darle de comer.
Sin embargo, se desató el mayor y único conflicto de la noche. Matías lloraba desconsoladamente y no quería saber nada con la leche. La probaba y luego corría la cara.
Realmente no sabía que hacer. Si no comía en ese momento, no se iba a dormir más y peor aún, no dejaría de llorar. No había forma de consolarlo y si llamaba a Susú, esto implicaría un retorno prematuro (además de mi fracaso al mando del equipo).
En un momento de inspiración, recordé que no había calentado la leche (estaba natural) y tal vez, ese era el motivo por el cual no reconocía el alimento.
Mientras continuaba el partido, fui a la cocina y con los llantos de fondo, calenté la leche.
La decisión fue la correcta y sintiéndome Einstein, terminé de cumplir mi labor.
Después de dejar al “Tute” durmiendo en su cuna, pude cenar (siendo las 0 hs, del miércoles) y relajarme. Prueba Superada.
Cuarto de Año

Tercer mes de la Era “Matias Luka”.
Viendo las fotos de recién nacido, uno puede darse cuenta del crecimiento mes a mes.
De aquel bebé chiquito, donde los ojos resaltaban más que el resto, han pasado ya 90 días.
Parece muy poco tiempo, en comparación con los años que vivimos. Ahora, si lo relacionamos con el cambio que se produce en tu vida, parecería que siempre ha estado con nosotros (no te podes imaginar otro presente). Porque a pesar del cansancio, de querer tener tus momentos a solas o con tu pareja, del aturdimiento del llanto... Cada vez que lo miras, es un día ganado.
Creo que es el momento de aprovechar estos cumple mes, para contarles (además del regalo, que en esta oportunidad ha sido una pequeña pileta) que cosas nuevas va realizando Matias.
De a poco va sosteniendo más la cabeza, todavía le bambolea un poco, pero esta progresando.
Ya juega con su gimnasio, dándole golpes con los pies y las manos.
Va teniendo fuerza para agarrar objetos, y para empujarse con las piernas.
Ya nos reconoce y se ríe cuando nos ve, trata de hablarnos y mantiene la mirada.
También aprendió algunos trucos como llorar para que lo tengamos a upa, para comer (cuando esta con la mamá), o para dormir siestas en nuestra cama.
Sigue manteniendo su calma y sus sueños largos.
Muchos nos dicen que es tranquilo porque nosotros somos tranquilos. No creo que sea tan así, si pienso que se debe a que tratamos de disfrutarlo y aprender de las situaciones. En vez de volvernos locos, cuando las cosas son difíciles de resolver.
Ya tenemos un 25 % del primer año y somos un poco más sabios que hace tres meses.
Vuelta al trabajo
Se terminó la licencia y Susú es nuevamente (desde el primero de diciembre) una viajante matutina de subtes.
Durante los meses que duró la licencia por maternidad, aprovechamos para ir buscando una persona que pudiera cuidar a Mati mientras nosotros estuviéramos trabajando.
Luego de algunas entrevistas, comenzamos a relacionarnos con Silvia, la señora que actualmente cuida a nuestro hijo (y atiende cosas de la casa).
Por el momento, viene desarrollando su labor de manera muy satisfactoria. Principalmente, por la manera en que atiende a Matias. En sus miradas se ve que se están comunicando bien.
A Susú le esta costando, ya que, lo extraña durante las horas que no lo ve. A mi me pasó lo mismo al principio y por eso la entiendo. Además, resulta raro llamar a casa y que no este. Ya me había acostumbrado.
Pero debo reconocer, que es más difícil para Susú. No sólo por el hecho de la comida (siendo reemplazada por una mamadera con leche materna, una vez al día), sino por el volver a trabajar después de tres meses. Imaginemos lo que cuesta volver a la rutina después de 15 días de vacaciones. Ahora multiplíquenlo por 6 vacaciones juntas y verán.
Todo es parte del juego de la “Vida”, donde al auto le agregamos un hijo y tenemos que pasar por la casilla de “Cobra tu sueldo” todos los meses. Ahora mucho más que antes. Salvó que caigamos en una de “Gano la lotería”, o alguien quiera financiar el Documental de “Matias Luka” . Simplemente, poniendo medio millón de dólares se suman al proyecto.
Miedos Nocturnos
Es normal que cuando nuestros hijos duermen, uno se acerque a ver si respira o trate de escuchar la respiración o se fije que se mueva para ver que esta todo bien.
No hay una lógica o razonamiento para esto, es simplemente algo natural, un sentimiento de miedo. Porque obviamente, el bebé no esta tan activo que como cuando está despierto.
En el ser humano los miedos siempre están, desde el cuidado de un auto, de una casa, el prestar atención en el colectivo, el cuidado de mascotas, etc. Imaginen cuanto se puede incrementar, cuando se trata de la salud de un hijo (que siempre es más importante que la de uno, simplemente por el hecho de ser más indefenso).
Lo más sano, es tomar estos sentimientos y asimilarlos como tales y como parte de uno. Porque si uno se acerca a la cuna una vez, esta bien. Ahora si se pasa sin dormir toda la noche por estar yendo y viniendo o directamente se queda con la mirada fija en el chico, el problema es diferente. Uno cruza la línea divisoria y entra en el terreno del pánico.
En este caso agarrate, porque a medida que tu hijo crezca, los temores aumentarán de forma proporcional.
Por suerte, yo venía con todo un trabajo previo con mi psicóloga respecto a este tema y esta cuestión me ayudó bastante a la hora de tener a Mati.
Obviamente, esto no quiere decir que no vaya a romper las bolas, con no meter cosas en el enchufe (cosa que debo reconocer hice con una llave, cuando era pequeño y sobreviví), no tocar los adornos de vidrio, no agarrar los cuchillos, etc. Y así seguiré a medida que crezca, porque es parte de mi trabajo como Padre.