Aquellas benditas horas

El dormir es uno de los placeres que se van incrementando a medida que uno crece. Es una relación extraña que uno posee con su propio cuerpo.
Cuando somos chicos, solemos creer o sentir que el tiempo que utilizamos para dormir es tiempo perdido. Tratamos de jugar la mayor parte del día y aprovechar tanto de nuestros padres, amigos o juguetes el máximo posible. Por eso es muy común ver como los pequeños se ponen fastidiosos cuando les agarra sueño y luchan por no dormirse.

A la hora de ser grande, la noche nos encuentra cansados y queriendo terminar todas nuestras tareas para acostarnos entre nuestras dulces sábanas. Cosa que realizamos a la perfección pero con cierto rencor, sabemos que al otro día nos espera un nueva y larga jornada de trabajo. Ya empieza la dicotomía y el funcionamiento cerebral que nos llevará a meditar sobre las diferentes cuestiones que nos quedaron pendientes o los conflictos que nos faltan resolver. Por lo tanto, el sueño se verá perturbado y nos levantaremos tal vez un poco menos cansados pero no lo suficiente.

En el caso de los padres, esas horas destinadas al descanso se ven afectadas por otro factor, los horarios de los hijos. Ellos son los que marcan el tiempo libre y el que no.
Cuando el “Tute” se despierta durante la noche, comienza un juego que posee varias opciones. Uno debe aprender a utilizar sus cartas para sacar el mejor rédito posible.
El primer paso es esperar que el llanto (la única forma de hacerse sentir) se prolongue.
Muchas veces es un primer quejido pero después sigue durmiendo.
Ahora, si la llamada continua hay pactar con el 50% de la sociedad, a ver quien se levanta. En nuestro caso, establecimos horarios para evitar la misma lucha todos los días.

El último paso, es el que hay que evitar lo máximo posible. Al instante de levantar a Matias Luka de su cama, no hay vuelta atrás. Es una operación que puede llevarte entre media a dos horas, depende de la angustia o el hambre con que se levantó.
En esos casos no hay más que resignarse. Aprovechar para disfrutar un rato más a tu hijo y ver un poco de televisión. A esa hora siempre hay series repetidas.

0 Comments:
Post a Comment
<< Home