Friday, October 28, 2005

Va a su ritmo

Antes que naciera Matias Luka, fuimos a conocer algunos Pediatras que nos fueron recomendando. Esta es una buena idea para todo padre primerizo, tratar de elegir el médico antes que nazca su hijo. En especial porque los primeros días son bastante caóticos y cansadores. Si a eso le sumamos que la primera salida debe ser al pediatra, uno no puede comenzar sus entrevistas de selección, en ese momento, sin ponerse nervioso (como mínimo).


En nuestro caso, la premiada fue la Doctora Gabriela Codarini.
Particularmente nos gustó la forma de hablar. Esto quiere decir, de manera sencilla y con la tranquilidad para comunicarse con debutantes en el rubro. Además, de mostrar disponibilidad ante llamados y visitas a domicilio en caso de ser necesarias. Este punto es fundamental.
Primero es necesario que el médico acepte estas condiciones, algunos de movida ya te dan su negativa (no a los llamados, sino a las visitas). Después, deberán cumplir con sus promesas. En ambos casos, Gabriela no nos falló, hasta el momento. El día en que nació, la llamé para avisarle y a la tarde siguiente estuvo en el sanatorio para revisarlo y empezar a darnos algunos consejos.
Uno escucha cientos de opiniones sobre un mismo tema, desde padres, hermanos, amigos y médicos (donde también hay disidencias). Pero el Pediatra debe ser el principal consejero, sino te volvés loco. Esto siempre y cuando te de confianza, en el momento que dudes, mejor ir buscando otro.

El tema con Mati, que nos lleva a revisarlo cada 15 días (en vez de al mes), es el peso.
Hay unas curvas de crecimiento que los chicos deben ir desarrollando para estar dentro de una evolución normal. La primera vez, estábamos un poco por debajo.
Rápidamente, con unas pastillas de levadura de cerveza (para incrementar la producción de leche), aumentando la cantidad de comidas al día y manteniendo un control de cerca, fuimos regularizando la situación. En estas circunstancias la tranquilidad de la Madre es fundamental, y allí es donde Susú mostró su fuerza y energía. Es muy fácil sentirse culpable pero es difícil ponerle el pecho (nunca mejor dicho) y salir adelante.Ya una vez dentro del percentil (la curva de crecimiento), nos encontramos con diferentes porcentajes. Cada bebé tiene su metabolismo, por eso, como dice la Dra. Codarini (transformándolo en un slogan de la familia): “Matias va a su ritmo”. Y como dice el dicho “panza llena, corazón contento”.

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